El arte de tatuar comenzó hace más de 7 mil años y nació en la denominada Edad de Piedra, en la región de Oriente, pero en muy poco tiempo la práctica se extendió por Asia, Europa y África. Pero, ¿qué es el tatuaje? Para la Real Academia Española, un tatuaje es la acción de tatuar, es decir grabar dibujos en la piel humana, con materias colorantes con punzadas o instrumentos especiales. Sin embargo, el tatuaje es mucho más que un grabado en la piel humana, sobre todo porque en sus inicios era una práctica reservada sólo a las culturas tribales, que creaban los tatuajes cortando la piel y untando la herida con tinta, ceniza o pigmentos naturales.
Si bien hoy cualquiera de nosotros puede realizarse un tatuaje tribal, es de forma y naturaleza muy distinta a éste que se marcaban en la antigüedad.
Para la mayoría de sus defensores, el tatuaje es un arte, y cada persona que decide grabarse una imagen trata de comunicar algo, identificarse o pertenecer a un grupo determinado. Muchas de estas obras de arte vivientes pueden verse en el sitio Tatuaje Latino (www.tatuajelatino.com), donde además, hay una lista de estudios donde puedes realizarte tu dibujo permanente.
En la página cuentan que en el siglo XVIII Tom Realler, un inglés, visitó a Haití y se dio cuenta que los tatoos eran hermosos y decorativos. A su vuelta a Inglaterra, realizó su primera máquina para tatuar, donde comenzó a realizarles tatuajes a las mujeres por cuestiones de belleza. Generalmente buscaban un tatuaje de cejas o hacerse algún lunar.
Así mismo, aconsejan sobre cómo preparar la piel para realizarse un grabado y aseguran que no se puede quitar un tatuaje. Para estos especialistas, cualquier parte del cuerpo es apta para recibir un tatuaje, excepto el pelo, dientes y uñas, incluso en los lunares y en las cicatrices también se puede dibujar.
Para la mayoría de sus defensores, el tatuaje es un arte, y cada persona que decide grabarse una imagen trata de comunicar algo, identificarse o pertenecer a un grupo determinado. Muchas de estas obras de arte vivientes pueden verse en el sitio Tatuaje Latino (www.tatuajelatino.com), donde además, hay una lista de estudios donde puedes realizarte tu dibujo permanente.
En la página cuentan que en el siglo XVIII Tom Realler, un inglés, visitó a Haití y se dio cuenta que los tatoos eran hermosos y decorativos. A su vuelta a Inglaterra, realizó su primera máquina para tatuar, donde comenzó a realizarles tatuajes a las mujeres por cuestiones de belleza. Generalmente buscaban un tatuaje de cejas o hacerse algún lunar.
Así mismo, aconsejan sobre cómo preparar la piel para realizarse un grabado y aseguran que no se puede quitar un tatuaje. Para estos especialistas, cualquier parte del cuerpo es apta para recibir un tatuaje, excepto el pelo, dientes y uñas, incluso en los lunares y en las cicatrices también se puede dibujar.
¿ES UN ARTE, CUÁL ES SU VISIÓN POSITIVA?
Cuando de tatuajes se habla, la mayoría de la gente los asocia con algo
indebido. Por eso no es raro recibir sermones de nuestros padres acerca de lo
feo que son, de lo indecentes que se ven, y de lo malo que sería, si su hijo se
tatuara. Como consecuencia lógica, tampoco es extraño que los hijos lo vean
como una manera de rebeldía y de liberación.
Por ende, el tatuaje es visto en nuestra cultura como sinónimo del chico
malo que vive su vida bajo sus propias reglas, y no le importa lo que piense de
él sus padres o la demás gente.Es esta visión negativa hacia el tatuaje, la que
hace olvidar que el tatuaje en su totalidad es un arte. Un arte que a
diferencia de los demás, es tan efímero como la vida misma, ya que desaparece
con su portador. Es esa transitoria existencia la garante de darle un valor
único a este arte, que a través de la historia ha venido evolucionando.
Capaz de evocar e infundar un sinnúmero de reacciones y sentimientos
opuestos como interés, admiración, consternación, asco, asombro u oposición,
este arte no pasa desapercibido en el cuerpo de una persona. Es por esto que
cualquier persona que vea un tatuaje, ya sea estudiada o no, amante del arte o
ignorante a éste, de estrato bajo o alto, conservadora o liberal, joven o adulta,
etc. se pregunta el porqué del tatuaje. Es aquí, en su significado, donde este
arte adquiere su verdadera importancia pues varía dependiendo de la cultura, la
época y la persona que lo porta.
Además del significado que un tatuaje puede tener, también es de suma
importancia la estética que refleja el tatuaje, ya que al fin y al cabo será
parte del cuerpo del quien lo porta.
Por último, hay que tener en cuenta que el tatuaje es la creación de un
artista, que gracias a su talento, su experiencia y creatividad logra plasmar
en el cuerpo de un ser, su obra de arte.
Por éstas tres razones (significado, estética y artista), los tatuajes
tienen que ser vistos como un arte y no como un tabú.
Si hay algo que caracteriza al arte, es el significado de la obra en sí.
En la antigua Grecia, muchas de las esculturas significaban para esta cultura,
un medio para pedirles algo a los dioses, homenajearlos u obtener su
protección. En el medioevo el arte estaba dominado por la inquisición y sus
obras significaban la grandeza de Dios. En el romanticismo las obras de arte
representaban los sentimientos del hombre romántico. Así como los demás artes,
el tatuaje toma diferentes significado dependiendo de la época, la cultura y la
persona tatuada. Para los antiguos habitantes de la isla de Borneo ubicada al
sur de China, los tatuajes representaban la captura y posterior esclavitud de
los hijos de sus oponentes. Para los hindúes y los tibetanos, los tatuajes son
una forma para superar los momentos difíciles de la vida como la pubertad, el
embarazo, las enfermedades y la tristeza.
Tatuajes que significan protección frente a enfermedades pueden ser
encontrados desde Egipto hasta Sur África. Los Piratas solían tatuarse un gallo
en un pie y un cerdo en el otro pues significaba que no morirían ahogados. Para
los maoríes (habitantes de Nueva Zelanda), el tatuaje sigue teniendo el mismo
significado de sus ancestros, un pasaje que documenta la vida de la persona en
la tierra para poder vivir después de la muerte.
Hoy en día el tatuaje conmemora parientes muertos, momentos difíciles y
felices de la vida, amores, ideologías, grupos musicales, sentimientos y un
sinnúmero de significados que van ligados a la persona tatuada.
Como se puede apreciar, el tatuaje puede tener diversos significados como
lo tienen las demás artes, la diferencia de éste, es que el significado siempre
estará ligado a la persona que lo porta, haciendo que el tatuaje tome una
fuerza personal, que conecta al portador con el tatuaje.
Sin embargo para que una obra de arte sea apreciada en su totalidad se
necesita más que el significado de la obra, se necesita de la estética. La
calidad y el detalle son los determinantes para que un tatuaje tenga una
estética deseada.
El tatuaje debe ser dibujado en la piel mediante líneas finas de color
negro hasta obtener el bordeado del dibujo. Luego se debe seguir al relleno de
la obra, donde el sombreado y el juego de colores, son los responsables del
detalle en el tatuaje.
Para los maoríes, un tatuaje que tuviera patrones geométricos perfectos y
cuyos símbolos estuvieran puestos adecuadamente en las partes del cuerpo, era
un tatuaje digno de admirar por los miembros de la tribu y los dioses que los
recibirían después de la muerte. Para esta cultura, también era necesario que
los tatuajes fueran estéticamente correctos pues narraban la vida de quien los
portaban y eran una forma para seguir la vida una vez muertos. En otras
culturas como en la japonesa, la estética de los tatuajes es de suma
importancia pues al mostrar el cuerpo tatuado también se esta mostrando el
prestigio y el honor, entre más detalle y calidad, mayor reconocimiento por los
demás. La estética no solo es importante en el arte de tatuar sino también en
las demás artes. Por eso no es gratis saber que desde principios de la cultura
occidental se estudiaba el cuerpo humano para poder tallar en las esculturas y
plasmar en las pinturas al cuerpo con sus debidas proporciones para que la obra
de arte fuera perfecta. Tampoco es raro ver como los pintores del
impresionismo, obsesionados con la gran gama de colores en los paisajes,
crearon obras de arte cuya estética es comparable con la de la naturaleza en
sí. Por lo tanto así como las demás artes, el tatuaje busca en sus obras
obtener una estética que complemente al significado del tatuaje.
La última razón por la cual el tatuaje tiene que ser considerado un arte,
es porque detrás de cada tatuaje esta un autor. Es el artista el que
verdaderamente se encarga de captar e interpretar la idea y el significado que
le pide su cliente, para luego mediante su experiencia, su técnica y su
creatividad, plasmar en la piel la obra de arte.
Pero convertirse en un tatuador profesional (y al decir profesional me
refiero a poder vivir del arte de tatuar) tiene las mismas dificultades que
convertirse en un pintor profesional, en un músico profesional, etc. Se sabe
que en cualquier arte existen diversas técnicas para crear las obras. Que
además, estas técnicas requieren de un largo proceso de aprendizaje mediante el
cual el artista va obteniendo experiencia y va mejorando la calidad de su arte.
A esto se le debe sumar el hecho de que el artista debe ir tomando o formando
su toque mágico, el cual lo distinguirá del montón y le dará reconocimiento.
Todo esto aplica en su totalidad al arte del tatuaje pues tanto la
técnica, como la originalidad y la creatividad hacen del tatuador, un buen
artista. Pero a diferencia de las demás ramas del arte, y en especial en el
mundo actual, no existe ninguna escuela ni universidad donde alguien pueda ir a
estudiar el arte de tatuar. La forma de aprendizaje de este arte sigue siendo
la relación entre maestro aprendiz, que se remonta a las culturas indochinas y
japonesas.
Esta forma de aprendizaje (maestro-aprendiz), se debe a que el
significado del tatuaje en las culturas antiguas, como ya había mencionado, era
en su mayoría representaciones místicas que ayudaban a superar etapas difíciles
de la vida, llegar preparados a la otra vida, etc. Por esta importancia
mística, los que tatuaban en las culturas primitivas eran los sacerotes de las
tribus, los sabios o los mayores. Solo pocos tenían la fortuna de caer bajo las
manos de un tutor y continuar con el arte.
Hoy día, por lo general, la persona que quiere aprender a tatuar debe
ponerse a disposición de su maestro o tutor, con el fin de que este le enseñe a
tatuar. Una vez el tutor crea que su aprendiz está listo para convertirse en un
tatuador, lo deja empezar a practicar su arte como medio de supervivencia. Esto
no quiere decir que el aprendiz deje de aprender de su tutor ni que sea desde
el día de su “graduación” un artista respetado; esto solo significa que ha
comenzado su verdadera carrera de tatuador para luego ser alguien reconocido.
¿Hoy día, qué nos deja este tipo de arte?
En síntesis, debido a que el tatuaje posee significado, estética, y una
persona que lo crea, tenemos que verlo como un arte. Tal como el pintor usa el
lienzo para plasmar su obra, el escritor una hoja para escribir un poema, y el
músico un instrumento para reproducir sentimientos, el tatuador usa la piel
para impregnar su obra.
Sin embargo, así como no podemos ver el arte de tatuar como un tabú,
tampoco podemos ver a este, como una moda. Es decir como algo trivial, que en
determinado tiempo, tan sólo significa seguir la masa.
El porqué no podemos ver a este arte como una moda, se debe a que
estaríamos olvidando el misticismo y el significado de este arte. Aquella
tradición ancestral, que era practicada por los más sabios, los líderes o los
viejos. Donde la estética, iba más allá de la mera belleza y se convertía en
orgullo, prestigio y honor. Y donde el significado no era el estar igual que la
masa, sino un simbolismo religioso, una cura para enfermedades emocionales, un
cambio trascendental en la vida o la vida misma en sí.
Hoy en día, muchos de los que portan tatuajes, no conocen el significado
histórico y ancestral que tiene el tatuaje, y por ende, no disfrutan de sus
tatuajes tanto como pudieran hacerlo. Sin embargo, muchos de esos tatuajes van más
allá de una moda y se convierten en curación espiritual y/o emocional, en
símbolos religiosos para obtener protección y en recuerdos que conmemoran
episodios de la vida.
No podemos pretender, que el tatuador de hoy día sea siempre un sabio o
un líder, pero sí alguien que sepa más sobre este arte que nosotros. Y tampoco
podemos pretender que llegue a representar lo que representaba en el pasado,
pero sí representar las situaciones del presente.
El tatuaje como arte, es tan efímero como la vida misma, pero su
significado es tan fuerte, como para enterrase con el.